Desde su primera edición, estas recomendaciones pretenden terminar con la histórica clasificación de los anclajes al terreno como un subgénero del pretensado de estructuras y para ello presentan un cuerpo de normativa específica, independiente y completa. También pretenden que el diseño de los anclajes al terreno se realice considerando tanto los aspectos estructurales, como los aspectos geotécnicos del problema.